Un delito es una conducta que va en contra de la ley y que por eso merece un castigo. No todas las conductas que nos parecen malas o injustas son delitos, solo aquellas que están expresamente prohibidas por el Código Penal o por leyes penales especiales.
Para que una conducta sea considerada un delito se deben cumplir varios requisitos:
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- Que sea una acción u omisión voluntaria o imprudente. Por ejemplo, si matas a alguien a propósito o por descuido, estás cometiendo un delito. Pero si lo haces en legítima defensa o por un accidente inevitable, no.
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- Que sea típica. Esto significa que la conducta debe estar descrita y sancionada por la ley como delito. Por ejemplo, robar es un delito porque así lo dice el código penal, pero mentir no lo es (a menos que sea bajo juramento o en un documento oficial).
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- Que sea antijurídica. Esto significa que la conducta debe ir en contra de las normas y los valores que rigen la convivencia social. Por ejemplo, pegar a alguien es un delito porque viola el derecho a la integridad física, pero criticar a alguien no lo es (a menos que sea injuria o calumnia).
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- Que sea culpable. Esto significa que el autor del delito debe haber actuado con conocimiento y voluntad de lo que hacía, o con negligencia o imprudencia. Por ejemplo, si conduces borracho y atropellas a alguien, eres culpable de un delito, pero si lo haces por una enfermedad súbita o por una avería del coche, no.
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- Que sea imputable. Esto significa que el autor del delito debe tener capacidad para entender y querer lo que hace, y para responder por sus actos. Por ejemplo, si eres mayor de edad y estás en pleno uso de tus facultades mentales, eres imputable de un delito, pero si eres menor de edad o tienes una discapacidad mental, no.
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- Que sea punible. Esto significa que la conducta debe estar sometida a una pena o sanción prevista por la ley. Por ejemplo, si cometes un homicidio, puedes ir a la cárcel o pagar una multa, pero si cometes una falta administrativa, solo puedes pagar una multa.
Existen muchos tipos de delitos según la gravedad de la conducta, el bien jurídico afectado, el modo de ejecución, el resultado producido, etc. Algunos ejemplos son:
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- Delitos contra la vida: homicidio, asesinato, aborto, eutanasia.
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- Delitos contra la integridad física: lesiones, torturas, maltrato.
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- Delitos contra la libertad: secuestro, detención ilegal, coacciones, amenazas.
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- Delitos contra la libertad sexual: violación, abuso sexual, acoso sexual.
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- Delitos contra el honor: injuria, calumnia.
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- Delitos contra el patrimonio: robo, hurto, estafa, daños.
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- Delitos contra la seguridad pública: terrorismo, rebelión, sedición.
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- Delitos contra la salud pública: tráfico de drogas, contagio de enfermedades.
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- Delitos contra la administración pública: prevaricación, cohecho, malversación.
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- Delitos contra la administración de justicia: falso testimonio, obstrucción a la justicia.
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- Delitos contra el medio ambiente: contaminación, incendio forestal.
Como ves, los delitos son muy variados y complejos. Por eso es importante conocerlos y respetarlos para vivir en una sociedad pacífica y ordenada. Espero que este post te haya sido útil e interesante. Si tienes alguna duda o comentario sobre el tema de los delitos puedes dejarlo abajo. ¡Hasta pronto!
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